Sabino Esteban Francisco // Tiene la capacidad de convertir un árbol en un libro, y a los pájaros que en él cantan en poemas; hacer del río la palabra que se alarga por sus páginas, y al sonido del agua que corre, la armonía de sus versos.
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Manuel de J. Jiménez // La escritura de la trenza se compone de sueños, recuerdos y candados. Si aquí hay una lectura, tendrá que ser la del extremo: escribir e hibridar su escritura con otras voces, entregándose a la poesía plena.
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Luis Yuré // Leprosario se antoja como un objeto antiguo, quizá; como una fotografía sepia de alguien o de algo que la memoria reconoce, pero no la consciencia.
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Vania Vargas // Cada imagen de este libro, cada palabra y cada poema es una señal del vacío que asoma desde el centro de una voz que intuye un desenlace.
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Manuel Tzoc // Constante huida. Crimen de un corazón que no recuerdo y/o pronunciamientos del habla tartamuda es una poesía desesperada que busca expresar al mundo y que nos llega desde las orillas de una Guatemala lacerada por la memoria histórica, personal, étnica, de género y deseo sexual.
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Julio Serrano Echeverría // Es un ensayo, un diario de campo, una libreta de bocetos, un libro de poesía y las notas al pie de un relato que existe sólo si nos reunimos a hablar alrededor de alguna de las manifestaciones del fuego y de la palabra.
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Paolo Guinea Ovalle // "He aquí la melancolía, viento frío que entumece los huesos, que nos hunde en los pozos de luz y de sombra, nudo invisible que nos dice sin tregua: que ya antes de nacer somos ceniza”.
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